Enredos, mentiras, una base de amor y muchas, muchas risas son los ingredientes principales de ‘La comedia de las mentiras’, una obra dirigida por Pep Antón Gómez y basada en los textos de Plauto. La segunda comedia de este Festival de Teatro Clásico de Mérida en la que un devenir de divertidas y surrealistas situaciones con personajes muy variopintos impedirán que el público deje de reír durante las dos horas que dura el espectáculo.
Mentir es un placer…. muy divertido. Esto es lo que queda más que demostrado en ‘La comedia de las mentiras’ obra en la que el actor Pepón Nieto en su papel de Calidoro, “esclavo, ama de casa y madre en la vida” como él mismo asegura, hace de hilo conductor y no para de meterse en líos.
Calidoro sufrirá los caprichosos deseos de los hijos de su amo, dos jóvenes pijos de la época, Hipólita (Angy Fernández) y Leónidas (Raúl Jiménez) que le achucharán para que les ayude a conseguir sus objetivos: una dote para Hipólita que su padre no quiere pagar y dinero para comprar a una prostituta (Gimnasia, Marta Guerras) de la que Leónidas se ha enamorado.
A partir de ahí los enredos están servidos ya que en esta obra coral también intervendrán otras tres piezas clave: la tía de los jóvenes y hermana del amo, Cántara a la que da vida la actriz María Barranco, el militar Degollus/Filemón (Paco Tous) que tiene varios secretos que se descubrirán y el novio de Hipólita, Tíndaro (Canco Rodríguez).
Calidoro tiene mucha facilidad para mentir e irá cubriendo a cada uno de los personajes a base de esas mentiras que enredarán a unos con otros y que harán que salga a la luz más de una verdad.
Especialmente interesante y acertada es la interpretación de Angy Fernández que representa a una estridente, histriónica, obsesionada y contestona Hipólita empeñada en conseguir su dote y casarse con Tíndaro para irse a vivir con él a una isla de Grecia donde construir una casa con un zoo. Su antítesis es precisamente Tíndaro que actúa de modo siempre dubitativo y poco seguro creando situaciones muy graciosas en las que se verá envuelto por su falta de decisión y su “empanamiento”.
Destacar, como no, a María Barranco, que con su papel entre amargada y pizpireta, representa a la tía solterona que lleva más de cuarenta años esperando a Filemón, su amor de juventud que un día salió a comprar higos y ya no volvió.
Los discursos de Gimnasia (Marta Guerras) reivindicativos y certeros han despertado varios aplausos del público mientras que el papel que desempeña Raúl Jiménez es el de un Léonidas, inocente que cree haber encontrado el amor en esta prostituta que lo único que quiere es montar su negocio como autónoma en Olimpia.
Impecable es el trabajo de Pepón Nieto que lleva todo el peso de la obra con la naturalidad que le caracteriza; un papel totalmente creíble y con el que suda la gota gorda liando y desliando situaciones imposibles.
Varias tramas se entremezclarán y los personajes descubrirán que tienen más cosas en común de las que creen es este "vodevil grecolatino" apto para todos los públicos. Una comedia basada en la tesis de que a lo mejor, en un momento dado, una mentira nos puede hacer felices a todos y salvarnos de una complicada situación.
De ahí la moraleja de la obra “mentir es todo un arte, es esencial, fundamental. Miente con soltura y seguridad, miente con sinceridad”.
La música de Mariano Marín, para acompañar las escenas y separar los distintos actos, pone la guinda a esta representación, que supone una coproducción del Festival de Mérida, Mitxolobo Producciones y Pentación Espectáculos.
Todo ello ha conseguido que ‘La comedia de las mentiras’ haya logrado colgar el cartel de no hay entradas en su estreno des este pasado miércoles, llenando el aforo del Teatro Romano con 3.000 asistentes.
Cabe destacar que se trata del penúltimo estreno teatral del Festival de Mérida, una comedia inédita que ofrecerá diez funciones, del 9 al 15 y el 18 al 20 de agosto.
