El director general de Política Forestal, Pedro Muñoz Barco, y el alcalde de Navalvillar de Pela, Francisco José Cano, han presentado este miércoles el plan técnico forestal para la gestión sostenible del Parque Periurbano ‘Moheda Alta’, de esta localidad pacense.
Este espacio ocupa un monte, de propiedad municipal, que abarca casi 150 hectáreas de dehesa de encinas, y además constituye un parque periurbano de conservación y ocio que forma parte de Red Natura 2000 ZEPA Vegas del Ruecas Cubilar y Moheda Alta.
Según ha destacado Pedro Muñoz, es necesario aplicar las reglas de gestión sostenible en dicho lugar para recuperar el 15 por ciento de la superficie arbolada perdida por efecto de hongos y principalmente la seca, así como preservar la orquídea Serapia, especie en peligro de extinción que brota en este monte.
El Plan Técnico de Ordenación Forestal Sostenible de Moheda Alta se desarrollará durante los próximos 10 años, según el documento aprobado definitivamente en julio de 2020 por la Dirección General de Política Forestal, tras la petición realizada en 2018 por parte del consistorio.
El principal objetivo de esta actuación es, por tanto, regenerar la masa arbolada compatible con sus usos, actuando en una dehesa de encinas, con una distribución de edades y una densidad de pies bastante heterogénea, y muy afectada por la existencia de amplios focos de seca debido a la presencia de hongos patógenos en el suelo, así como a la oscilación del nivel freático del suelo, por el encharcamiento continuado de las parcelas de regadío colindantes.
Para desarrollar esta planificación, se ha dividido el monte en cuatro cantones donde existen diferencias de densidad de encinas, situándose entre el 10, el 30 y el 50 por ciento en función de la zona.
DENSIFICACIÓN
La propuesta de este plan general es mantener la encina como especie principal, si bien, a la vista de la progresión del decaimiento y muerte de estos árboles en los últimos años, también se contempla la posibilidad de introducir especies como el fresno y el alcornoque, en sucesivas revisiones de ordenación, cada 10 años.
Según ha apuntado Pedro Muñoz, en la primera fase se densificarán de 500 a 600 pies por hectárea y en la segunda se continuará sembrando 150 plantones por hectárea, con el objeto de recuperar masa forestal y evitar que la dehesa siga en declive.
Asimismo, entre los trabajos previstos se incluyen podas de formación y mantenimiento, apostado de matas, así como continuar con la eliminación de pies secos.
Del mismo modo, el objetivo es conservar los rodales de orquídeas serapias que se aprecian en unas 30 hectáreas de la finca.
Con la aplicación de esta actuación se espera compatibilizar la regeneración de la dehesa, con la protección de las especies protegidas presentes en la misma.
